La Página


¿En el principio fue el caos o el vacío?
Georges Perec entronca este concepto con la literatura del nonsense (en concreto la obra de Lewis Carroll La Caza del Snark) de ahí parte nuestro proceso metodológico para afrontar este microproyecto.

1. Ordenar el caos.
La hoja en blanco se nos presenta como un problema difuso, inspirándonos en el Mapa imaginario del océano -extraído de la Caza del Snark y que Perec incluye en su ensayo-, acordamos partir del caos e intentar ordenarlo, por la paradoja que representa tratar de ordenar un caos primigenio. El absurdo y el azar son por tanto nuestras coordenadas para comenzar a trabajar y trabajamos con materiales de desecho para buscar distintas soluciones.

2. Transportar las soluciones al plano material.
Realizamos un proceso de análisis-síntesis, montando y desmontando los distintos materiales encontrados. En este proceso se desechan parte de los materiales y los supervivientes pasar a formar tres soluciones distintas al problema:
- Ready –Made: la propia hoja en blanco, con su textura, sus arrugas y sus manchas nos aporta la primera solución. La propia hoja siempre será única y reconocible, en su materia encontramos que la hoja nunca puede estar ‘en blanco’, siempre poseerá algo que la distinga.
- Marco: un marco es una ventana, un punto de vista, desde ahí delimitamos un espacio, podemos ponerle límites al vacío y convertirlo en su contrario, lo lleno. 
- Espacio interior: la caja, como tercera propuesta tridimensional al problema, representa nuestro interior (al igual que la caja que porta el personaje principal de Un perro andaluz) esa caja está llena de distintas representaciones de aquello que nos puebla –referencias a la naturaleza y al arte-, pero no la mostramos al público. El interior queda por tanto apartado de las miradas, de las interpretaciones y opiniones. Podría estar vacía en apariencia como nuestro ready-made. Es esta tercera solución la que nos lleva a la fase final; 

3. Recursividad del proyecto.
Volvemos al planteamiento inicial y nos planteamos un cambio de escala para nuestra tercera solución, la caja. Esta caja observada desde el espacio exterior se reduce a un punto indeterminado o aún menos, podría entonces equipararse al vacío, el observador no podría ver nada. La opción contraria nos plantea  observarlo bajo el aumento de un microscopio, en un pequeño lugar localizado de la caja podríamos contemplar un auténtico universo autónomo. El universo se confronta con el punto, y ambos se asimilan dependiendo de la mirada del espectador.