Frankenstein


SHELLEY, M. (1996) Frankenstein o el moderno Prometeo, Editorial Alianza, Madrid.
Como Narciso, como un bebé que se mira al espejo (si pertenece a la sociedad que la mayoría conocemos, donde prima la imagen y lo que vemos), Frankenstein ve su reflejo y toma conciencia de quien es. Se horroriza. Se nutre de las experiencias de los que le rodean para humanizarse, para aprender, pero a pesar de este conocimiento adquirido le falta una madre. Porqué las figuras de los creadores se asocian a hombres, cuando es indiscutible que la creación necesita mujeres, es una preocupación vigente desde 1816...

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